Producción y trabajo.
La UIM presente en el consejo asesor sectorial de INTI

Se trata de distintas mesas de trabajo conjunto sectorial y regional en la que participan representantes de la Unión Industrial Mendoza. Un espacio público privado que promete sumar, si se apuesta al largo plazo.

El Consejo Asesor Sectorial del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) es un proyecto que comenzó el año pasado con el fin de sentar en la misma mesa al sector privado y al público de diversos rubros para –en conjunto- visibilizar problemáticas comunes al tiempo que se trabaja en propuestas de mejora.

Durante noviembre, se realizaron dos encuentros en los que participaron representantes de la Unión Industrial Mendoza (UIM) con el fin de ser parte activa en la búsqueda de propuestas y soluciones. Uno relacionado con las nuevas tecnologías y la llamada “industria 4.0” y otro con los productos orgánicos y el avance de los mismos para los mercados de exportación.

Respecto de este último, Raúl Giordano, presidente de Cámara de Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim) y secretario de la UIM estuvo en La Rioja para compartir un resumen de 6 meses de trabajo con representantes de esa provincia, San Luis y San Juan. En este sentido, destacó el impulso que el INTI ha dado a este tipo de encuentros que buscan mejorar distintos sectores de la economía y de la industria.

“El trabajo conjunto de públicos  y privados es clave para sostener y hacer crecer propuestas que puedan aportar gran valor a la economía. La clave es poder dar continuidad a la tarea para que no se pierda ni lo logrado ni la tarea realizada”, apuntó Giordano quien ve en el sector orgánico una gran posibilidad para la exportación; sobre todo en un contexto en que el mercado interno está decaído debido a la inflación.

Entre otros beneficios, los productos orgánicos colaboran a disminuir el cambio climático y las empresas B se ven cada vez más tentadas a este tipo de producción. Sin embargo, cuando alguien piensa en convertir a orgánica su finca, por ejemplo, tiene dos años para hacerlo en su totalidad; lo que –en un país sin reglas claras- es un riesgo que pocos se atreven a tomar más allá del apoyo en tecnología, información, certificaciones de calidad y servicios que pueda aportar un organismo como el INTI.

“Hoy hay casos de pulpas orgánicas que vienen de una producción orgánica primaria. Se empieza con la parte agrícola y se termina con el producto final”, explicó Giordano al tiempo que agregó que en el sector hortícola es más difícil esta reconversión pero que en Mendoza, se hay un avance importante en apicultura, aromáticas y aceitunas con una interesante perspectiva en productos de cosmética y la mencionada fruta.