Aspectos centrales sobre la Ley 27.348 sobre el régimen de riesgos del trabajo
Es la única forma de asegurar que los reclamos prestacionales se inicien ante las Comisiones Médicas, que es la instancia administrativa previa, obligatoria y excluyente, antes de que un trabajador inicie en la Justicia una demanda en reclamo de una indemnización
Otorga previsibilidad para el empresario como al trabajador. En primer lugar porque frente a un accidente grave de un empleado, la empresa y su capital invertido, quedan al resguardo y no se exponen a la posibilidad de que la misma quiebre. Del mismo modo le garantiza al trabajador la posibilidad de acceder a una atención médica con rehabilitación y posterior reincorporación a su trabajo. De no ser así podrá recibir una indemnización.
Mejora la competitividad porque es compatible con la generación de empleo. Da certidumbre jurídica a quienes inviertan y fomenta el empleo formal.
Redunda en una reducción de las alícuotas que pagan los empleadores a las ART, mejorando la competitividad, la baja de los costos laborales y en el interés de contratar más personal. Tiene fuerte impacto positivo sobre las PyMEs
Impulsa el fortalecimiento en la prevención a través de acciones concretas de capacitación e impulsa convenios específicos que promueven la creación de cuerpos de peritos en el ámbito de los tribunales superiores.
Mejora los tiempos de respuesta a las demandas de los trabajadores. Las comisiones médicas ofrecen hoy tiempos de respuesta que rondan los 45 días entre la citación al trabajador y la homologación del acuerdo. Hasta antes de la sanción de la ley, la justicia laboral demoraba hasta 4 años en dar una respuesta a la demanda de un trabajador.
Unifica criterios en relación a la valoración del daño: en todos los casos, ante la presencia de una misma patología o accidente sufrido por un trabajador, las comisiones médicas aplican un criterio uniforme de diagnóstico, basado en la estricta aplicación de la Tabla de Evaluación de Incapacidades Laborales –Baremo-.
